La Universidad de Tsinghua logró una histórica victoria tras imponerse a la Universidad Nacional de Seúl por 3-1 en los penales. El título se definió luego de un empate sin goles en los 90 minutos y una prórroga sin cambios en el marcador. Fue una final intensa, con ambos equipos mostrando un nivel técnico alto y mucha determinación. A lo largo del torneo, miles de seguidores apoyaron desde distintos rincones luciendo camisetas futbol baratas que identificaban el entusiasmo por sus universidades. El encuentro se disputó con gran energía desde el primer minuto y mantuvo la emoción hasta el final. La definición desde los once metros premió al equipo que fue más efectivo en los momentos decisivos.
Durante el primer tiempo, Seúl se mostró más ofensiva, tomando la iniciativa y controlando la posesión. Tsinghua mantuvo la calma y respondió con un planteamiento defensivo sólido. Hubo llegadas claras en ambos arcos, aunque ninguna logró concretarse. La intensidad fue en aumento y los errores eran mínimos. En el segundo tiempo, el conjunto chino ganó terreno poco a poco y generó peligro en jugadas a balón parado. El marcador no se movió, a pesar de las oportunidades.
En la prórroga, los equipos bajaron el ritmo por el desgaste físico. Ambos intentaron evitar errores antes que arriesgar demasiado. La tensión creció con cada minuto sin goles. El cuerpo técnico de Tsinghua realizó cambios clave para mantener frescura en el medio campo y controlar el ritmo del partido. Las jugadas de peligro escasearon y el empate persistió hasta el pitazo final. Todo se definió desde el punto de penalti.
En la tanda, Tsinghua fue contundente. Marcó tres goles y su portero se lució con dos atajadas determinantes. La Universidad Nacional de Seúl falló en momentos clave y no logró remontar la desventaja. Los jugadores chinos celebraron eufóricos tras anotar el tanto definitivo. El logro fue compartido con toda la delegación que viajó al torneo y con los estudiantes que siguieron el campeonato en línea.
Esta edición del campeonato reflejó el crecimiento del fútbol universitario en Asia. El torneo tuvo un gran seguimiento internacional y mostró talento emergente en cada uno de los encuentros. Tsinghua no solo ganó partidos, también dejó una imagen sólida en cuanto a juego colectivo y orden táctico. El resultado confirmó el trabajo de años en el desarrollo deportivo de la institución.
Para muchos fanáticos, este campeonato fue más que un título, fue una demostración de lo que se puede lograr con esfuerzo y compromiso. La victoria de Tsinghua quedará en la memoria de quienes estuvieron presentes y de quienes alentaron desde lejos. En cada momento clave del torneo, nuestra camiseta acompañó la emoción y el orgullo de representar a una universidad en lo más alto. Usarla es compartir la pasión del fútbol en cada paso del camino.